El verdadero liderazgo

” Un líder es aquel que conoce el camino, recorre el camino y muestra el camino.” (John Maxwell)
La pregunta obligada cuando se intenta hablar de liderazgo es casi siempre la misma; ¿los líderes nacen o se hacen? Personalmente soy de los que pienso que los líderes son una combinación de ambos. Existen líderes que pueden nacer con esas características necesarias para el desarrollo del liderazgo. Pero de igual forma existen líderes hoy que han sido absolutamente creados. Ahora bien, tengo que dejar claro que para mí un líder puede ser creado pero su éxito como líder no dependerá de las aptitudes desarrolladas, sino de las actitudes que forman parte de su personalidad.
Cuando hablamos de liderazgo es imprescindible hablar sobre John Maxwell. En mi opinión personal Maxwell es sin lugar a dudas un líder con una poderosa capacidad de influencia. De hecho una de mis frases favoritas mencionadas en su libro “Las 21 leyes irrefutables del liderazgo” es esta y cito;
“La verdadera medida del liderazgo es la influencia; nada más, nada menos. SI USTED NO TIENE INFLUENCIA, nunca podrá dirigir a otros.”
En su libro Maxwell reseña un suceso que aconteció a finales del verano del 1997 y el cual ha dado paso a mi post de hoy. Me refiero a la muerte de dos increíbles mujeres y al mismo tiempo dos mujeres totalmente diferentes. Una de ellas la princesa Diana de Gales y la otra la Madre Teresa de Calcuta. Sin lugar a dudas estas dos mujeres pasaron a la historia como dos grandes ejemplos de lo que significa ser un verdadero líder y un líder efectivo. Dos mujeres que decidieron dedicar sus vidas al servicio de los demás. Dos mujeres que utilizando dos plataformas radicalmente opuestas lograron impactar miles y miles de vidas alrededor de todo el mundo.
Esto sin duda me hace apoyar otra expresión de Maxwell en su libro que dice y cito;
“Creo que el buen éxito está al alcance de casi todo el mundo. Pero también creo que el éxito personal sin capacidad de liderazgo sólo produce una eficacia limitada. El impacto de una persona representa sólo una fracción de lo que podría ser si esta tuviese un buen liderazgo. Cuanto más alto desee escalar, tanto más necesita el liderazgo. Cuanto más alto sea el impacto que desee causar, tanto mayor influencia necesitará. Lo que alcance estará restringido por su capacidad de dirigir a otros.”
Cuando profundizamos en la vida de estas mujeres, podemos encontrar que ambas alcanzaron posiciones por medio de las cuales pudieron haberle facilitado su impacto en la vida de otros. Pero lo que hizo que estas dos mujeres se convirtieran en leyendas del verdadero liderazgo fue eso mismo, su capacidad innata de liderazgo. Y es que el verdadero líder siempre antepone el bienestar de los demás por encima de sus intereses personales.