“Un verdadero artista no es el que se inspira, sino quien inspira a otros.” (Salvador Dalí)
En mi vida y muy probablemente en la tuya también, he tenido múltiples momentos en los que he pensado seriamente en desistir de perseguir una meta. Y cuando ya estoy casi convencido en hacerlo, siempre viene a mi mente una frase que me repita mi abuela constantemente; “mijo, recuerda siempre que la luna no es de queso ni se como con melao”. Es entonces cuando miro hacia atrás y veo todo lo que con esfuerzo, dedicación, entrega y pasión e alcanzado. Y es que la vida será del color que tu quieras pintarla, no del color que otros escojan para ti.
Durante mi travesía para completar mi certificación como coach profesional, tuve la maravillosa oportunidad de conocer a un chico de algunos 22 años que también viajaba con nosotros. La primera vez que tuve la oportunidad de conversar con él, le dije en broma que yo ya no recordaba cuando tuve veintidós años. Cuando comenzamos las practicas internas, por causalidad, me lo asignaron para que fuera mi cliente interno de práctica. Al finalizar el proceso es requisito presentar en tres minutos el proyecto que tienes desarrollado o que piensas desarrollar integrando la herramienta del coaching. Una de las presentaciones mas impactantes fue la del joven que les cuento, y el nombre de su proyecto es “Master Piece”. Enfocado en que cada uno de nosotros somos una pieza de arte única.
Y es que de eso se trata la vida, de entender que usted y yo somos piezas de arte únicas e incomparables. En el lienzo de nuestra vida, hemos utilizado los colores que mas se hayan ajustado a nuestras vivencias, porque nuestra vida siempre será del color que la queramos pintar. Pero hermano detente, la elección del color o los colores de nuestra vida no es un proceso así tan sencillo como parece. Como decía Dalí, los verdaderos artistas no son quienes se inspiran, son los que con sus obras inspiran a otros.
La Madre Teresa de Calcuta decía; “no siempre podremos hacer grandes cosas, pero si podemos hacer pequeñas cosas con grande amor”. Hace algún tiempo aprendí que el hombre no esta llamado a perseguir hazañas extraordinarias, pero si estamos llamados a realizar pequeñas cosas de forma extraordinaria. Perseguir una meta, un sueño o como tu le quieras llamar, no siempre es tan fácil como parece para los demás. Detrás de cada gran concierto siempre habrá un equipo de trabajo que posiblemente muy pocos conozcan, pero han sido quienes tras bambalinas pusieron toda su dedicación, entrega y pasión para que el concierto sirviera de inspiración para todos.
En el concierto de mi vida, ha trabajado y continúa trabajando un equipo de profesionales magistral. Un poderoso equipo de familiares, amigos, compañeros de curso, compañeros de clases y por supuesto quien decidió compartir su vida junta a la mía (el gran amor de mi vida). Todos ellos son quienes desde sus puestos estratégicos han decidió apoyarme con lo que puedan tener para que yo no desista nunca de perseguir mis sueños. Unos lo han hecho por medio de la oración, otros por medio de sabios consejos, otros con palabras de apoyo, y otros simplemente han estado allí cuando les he necesitado y nunca me han dicho que no.
Esos han sido mis grandes referentes, ellos han sido los artistas que me han inspirado a seguir tras cada uno de mis metas. A ellos mi mas sincero agradecimiento, como me gusta decir, “esta vida no será suficiente para pagarles todo lo que han hecho por mí”. Pero sin duda estoy más que comprometido en nunca defraudarles, en continuar luchando contra viento y marea, hasta llegar a mi próximo puerto. Voy a seguir pintando mi vida con los colores que yo decida, pero siempre procurando que la pintura de mi vida sirva de inspiración para otros.
Hoy es el mejor dia para que decidas que vas a hacer con ese lienzo en blanco llamado vida. Si aun no descubres que quieres pintar en él, contáctame para contarte como lo he hecho yo, y apoyarte a encontrar como lo podrías hacer tu.
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