¿Qué hago con mis sueños?

“Nos podemos quejar porque las rosas tienen espinas o alegrarnos porque las espinas tienen rosas.” (Abraham Lincoln)
Aquellos que llevan un tiempo siguiendo mis escritos, pueden dar fe de que soy alguien que prefiere ver el vaso medio lleno en lugar de medio vacío. El pesimismo no es una de las características que podrían describirme. Pero mis escritos no son solo para aquellos que hemos decido asumir siempre una actitud positiva ante la adversidad. Por el contrario, a los positivos ya los tengo de mi lado, mi llamado ha sido para alcanzar aquellos que no logran ver la otra cara de la moneda.
La pasada reflexión; “Que nunca termine su cuarentena”, fue todo un éxito. Y esto amado mío, me produce una satisfacción inmensa, porque me da la certeza de que el mensaje toco la vida de muchas personas, y esa era mi principal intensión. Entre los cientos de comentarios que recibí, hubo uno que me hiso reflexionar profundamente, el comentario dice y cito; “Esta cuarentena solo sirve para no enfermarnos. Cuando esto termine, todo volverá a ser igual. No ROMANTICEMOS al Coronavirus.”
Así que, de cómo ver el otro lado de la moneda, de cómo dejar de escuchar solo a Caperucita y creernos que el Lobo siempre fue el malo, y de cómo no dejar atrás nuestros sueños, porque algunos que prefieren vivir presos del negativismo, de eso es que hoy vengo hablando.
“Si te dieses cuenta de lo poderosos que son tus pensamientos, nunca tendrías un pensamiento negativo.” (Peace Pilgrim)
Uno de mis primeros escritos fue titulado; “Una Refrescante Limonada”. La misma trata precisamente de esa actitud que estamos llamados todos de asumir ante la adversidad. Trata de cómo hacer una rica y deliciosa limonada con los limones que nos lanza la vida de vez en cuando. Porque lamento muchísimo dejarte saber, que en esta vida las experiencias difíciles estarán siempre presentes. Lo que marca la diferencia entre los que seguimos adelante y nos enfrentamos con coraje ante la adversidad y los que deciden permanecer sumergidos en su miseria, es nuestra actitud.
Un poderoso libro que me gusta citar con mucha frecuencia dice; “por sus frutos los conocerán”, también dice; “de la abundancia del corazón habla la boca”, y esta es mi favorita; “Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino un espíritu de poder, de amor y de buen juicio.” Con esta expresión podría culminar mi escrito y me sentiría absolutamente satisfecho, porque no existe una verdad más poderosa que esa. Aquellos que hemos profundizado en su sabiduría, sabemos que al oro se le prueba bajo un intenso fuego, a muy altas temperaturas y dentro de un horno que no permite que penetre ninguna corriente de aire frio. Solo así, ese precioso metal se desprende de toda contaminación, para que al final se obtenga una absoluta pureza.
Quedarnos sumergidos en medio de mensajes derrotistas, negativos, y desalentadores no es de valientes. Quienes sabemos en quien hemos confiado, tenemos la absoluta certeza que saldremos de esta prueba de fuego fortalecidos. No existe necesidad alguna para promover esa propaganda de histeria y descontrol. Hagamos uso del poder de la palabra y utilicemos las palabras para brindar esperanza, paz y sosiego. Demos testimonio de la fuerza que siempre nos ha mantenido y nos mantendrá de pie siempre.