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Compromiso organizacional y rotación: lo que los líderes no pueden seguir ignorando


Cuando un talento se va, algo se rompe

Hace algunos años, en una empresa mediana del sector financiero, me llamaron porque su equipo de atención al cliente tenía una rotación de casi 60% anual. Las entrevistas de salida repetían una y otra vez: “no me siento valorado”, “nadie escucha mis ideas”, “aquí solo eres un número más”. El problema no era el salario, ni el exceso de trabajo: era la falta de compromiso organizacional.


¿Qué es el compromiso organizacional y por qué debería importarte?

No confundamos compromiso con lealtad ciega o permanencia indefinida. El compromiso organizacional es el vínculo emocional y racional que una persona siente hacia su lugar de trabajo. Es cuando tu equipo dice: "yo quiero estar aquí, crecer aquí y aportar algo que tenga sentido."


Cuando ese vínculo no existe, la gente no renuncia al trabajo: renuncia a la cultura, a los líderes y a la sensación de pertenecer.


El impacto silencioso de la rotación

Como Psicólogo Industrial y Organizacional especializado en desarrollo organizacional, puedo decirte algo con certeza: la rotación no es solo un tema de recursos humanos, es un tema de liderazgo.


Cada persona que se va representa:

  • Pérdida de conocimiento tácito.

  • Impacto emocional en quienes se quedan.

  • Costos ocultos de reclutamiento, inducción y productividad perdida.


Y lo peor: si la rotación se vuelve normal, la desmotivación se contagia.


¿Y qué podemos hacer como líderes?


1. Escuchar con intención

Haz espacio para conversaciones reales, no solo evaluaciones de desempeño. A veces, una charla honesta a tiempo puede cambiar el rumbo de una renuncia silenciosa.


2. Cuidar lo que no se ve

El compromiso nace en el día a día: en cómo se reconoce un esfuerzo, en cómo se celebra un logro, o en cómo se enfrenta un error sin culpas.


3. Desarrollar, no retener

Cuando un líder invierte en el desarrollo profesional de su equipo, está sembrando compromiso. La gente no se va de donde crece.


4. Liderar con coherencia

Los valores escritos en la pared deben vivirse. Nada desconecta más que un líder que predica una cosa y practica otra.


El desafío está en nuestras manos

La rotación no es inevitable. En muchas ocasiones, es el reflejo de una cultura que aún no ha aprendido a escuchar, a reconocer ni a construir sentido.


Si eres líder —o te estás preparando para serlo— no subestimes tu poder de influir en el compromiso de tu equipo. A veces, todo lo que una persona necesita para quedarse… es sentir que cuenta.

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