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¡Dejando Huellas!

Atardecer hermoso

“Todos moriremos algún día Freeman, eso no lo puedo controlar. Pero lo que sí puedo controlar es como van a recordarme después de mi muerte.” (Madam C.J. Walker)

La muerte para muchas personas es un tema algo un tanto difícil de manejar. En mi opinión guarda relación con el significado que nosotros le damos  a la muerte. Sin lugar a dudas, la posición del mundo occidental ante este proceso es muy diferente a al pensamiento sobre la muerte en muchas culturas de oriente. En este tiempo que nos ha tocado vivir, constantemente se habla sobre las muertes como parte de la crisis que atravesamos. Pero hoy en realidad no pretendo dedicar mi escrito al concepto de la visión sobre la muerte. Quiero dedicar este espacio, al concepto de nuestra huella en la vida. Quiero hablar acerca de esa herencia que todos estamos llamados a dejar, como parte de nuestro paso por la vida física. Hoy es un buen día para meditar sobre la forma en la que queremos que los demás nos recuerden, cuando nuestro tiempo en este plano se allá completado.


“Anduve tantos caminos para encontrar mi destino, que ahora que piso su huella voy dejándome llevar como quien sigue una estrella voy dejándome llevar.” (Miguel Cantilo)

Dentro del concepto del desarrollo personal, hace algún tiempo surgió un concepto conocido como “Marca Personal” o “Personal Brand” como se le conoce en inglés. Mi definición de este concepto es simple; “la capacidad que tenemos todos los seres humanos de impactar positivamente la vida de los demás, es la forma en la que dejamos huellas en otros.” Siempre recordare las sabias palabras mi abuela cuando nos decía; “en la vida lo único que tenemos seguro es la muerte.” Para todos, un día se habrá completado nuestro tiempo y deberemos partir. Pero la gran pregunta sería; ¿Cómo quisieras ser recordado?

Hace algún tiempo hice de esta frase mi lema de vida; “una vida sin servicio es una vida sin sentido.” Quiero que al final de mis días de vivir físicamente, los que deje atrás me recuerden como alguien que vivió en una entrega al servicio de otros. Pero del dicho al hecho hay un gran trecho, para servir hace falta actuar no basta con el deseo de servir. Vivir para servir a otros implicara estar dispuestos y disponibles ante el llamado de la necesidad de los demás. Para servir hace falta entrega, compromiso, dedicación, esfuerzo, y humildad.

Para muchos el servir es sinónimo de servidumbre, de inmediato lo asocian con tareas degradantes. Muchos piensan que el servir es para quienes no han alcanzado cierto nivel social. Incluso llegan a pensar que aquellos que no han tenido la oportunidad de un desarrollo académico son los llamados a servir a los que sí lo han alcanzado. Sin embargo uno de los más grandes servidores de la historia, poseía en sí mismo toda la sabiduría del universo. Aun así comprendió, que no había venido al mundo para ser servido sino para servir.

Para dejar huellas en los demás, para ser recordado por todos aun después de tu partida, la clave está en dos consejos universales. El primero es “amar a Dios sobre todas las cosas.” Y cuando hablo de Dios me refiero a esa fuerza sobrenatural suprema que dirige nuestras vidas. Unos le llaman Dios, pero puede tener una gran cantidad de nombres, Luz Eterna, Energía Suprema, Madre Naturaleza, Creador, Padre Eterno, o Universo entre otros.

Reconocer que existe algo o alguien mucho más grande que nosotros es una característica de suprema humildad. Nuestra naturaleza es egocéntrica, nacemos con una inclinación al yo. Desde que somos unos bebes queremos que toda la atención sea solo para nosotros. El camino para lograr dejar huellas en los demás, tiene que estar cimentado en obras de servicio. Muchas veces pensamos que para hablar de una vida dedicada al servicio, tenemos que llegar a ser como esos grandes servidores de la historia. Grandes hombre y mujeres como la Madre Teresa de Calcuta, Gandhi, o Jesus. Cuando en realidad para servir no tenemos que hacer obras extraordinarias, solo necesitamos realizar cada pequeña obra en la vida de forma absolutamente extraordinaria. No es el tamaño de tus obras, es con la pasión, el compromiso y el amor con el que las realizas.

El segundo consejo para intentar dejar huellas en los demás es; “que amemos a nuestro prójimo como a nosotros mismos.” Amar a otro como ti mismo es pretender que él o