La llave dentro

“La vida no trata de encontrarte a ti mismo. La vida trata de crearte a ti mismo.” (George Bernard Shaw)
Les cuento que tan reciente como este pasado miércoles, al finalizar de escuchar el relato de una experiencia que me compartió una querida amiga y compañera de labores, le mire fijamente y le dije; ¿sabes qué?, tu experiencia será la base para mí acostumbrado post sabatino. Y miren ustedes, aquí estoy, sentado frente a mi ordenador portátil haciendo una de las cosas que más disfruto hacer, escribir.
Para aquellos que aún no le han dado LIKE a mi página en Facebook, les animo a que lo hagan, de esta forma no te perderás ninguno de mis post. Aquí les dejo el link (Arnold Duran) para que pasen por ella y hagan lo propio.
Bueno de regreso al punto, resulta que hace alrededor de tres meses y medio, mi amiga que es la administradora de una de las oficinas en las que estoy laborando actualmente, fue buscar la llave del buzón postal y de momento no la encontró. Así que, de inmediato comenzó tranquilamente a buscarla, pero mientras más tiempo pasaba su tranquilidad se iba desvaneciendo. Y al final de un largo periodo de búsqueda en los alrededores de su oficina, desistió de la idea y pensó que muy probablemente la encontraría en su auto más tarde.
Al llegar a su casa, haciendo uso de ese liderazgo autocrático que le caracteriza, llamo a su hijo menor y le dijo que tenían una tarea que trabajar juntos. Ya ustedes se podrán imaginar que de inmediato su obediente hijo acudió a su llamado (si claro, muy obedientemente). Y allí comenzó nuevamente otro monumental proyecto, que en mi poética imaginación le he llamado; “Operación Llave Perdida”. Pero luego de un largo tiempo de búsqueda, la operación resulto infructuosa y la llave del buzón postal tampoco se encontró en el auto.
Al día siguiente y sin remedio, Zaida (nombre del personaje que he creado) tuvo que visitar la oficina postal e informar de la perdida de la llave del buzón 5180 y solicitar una nueva llave. La respuesta del empelado postal fue que al momento no contaban con llaves adicionales, que la estarían solicitando y le notificarían tan pronto la recibieran. Además de dejarle saber que mientras llegaba su llave, para poder recoger la correspondencia debería presentar un carnet de identificación cada vez que visitara la oficina.
Y así sucedió dos veces por semana, por un periodo de tres meses y medio. Hasta que el pasado martes, en su acostumbra visita postal Zaida se encontró con que el empleado que estaba al frente era la actual “Post Master” de la oficina. De inmediato repitió el proceso, notifico de la pérdida de su llave, y mostro su carnet para que le entregaran la correspondencia de la oficina. Seguido de la pregunta de los sesenta y cuatro mil centavos; ¿sabe si ya recibieron la llave que solicite? Pregunta que fue respondida por otra pregunta por parte de la Post Master; ¿Qué paso con su llave? Zaida le conto la historia y ella simplemente se limitó a responder; “ok, si ya sabía de esto, pero no aún no han llegado las llaves que solicitamos”. Y le pidió a uno de los chicos que la pidiera el ID y luego fuera al buzón a buscar la correspondencia. Pero aquel chico era un nuevo empleado en pleno proceso de adiestramiento. Por tanto, dado que el buzón 5180 está localizado justo al ras del suelo, el chico se puso en cuclillas para asegurarse de sacar toda la correspondencia de dentro del buzón. Y resulto que cuando extrajo todo lo que había, en el fondo del buzón, o sea enfrenta a la puerta desde su punto de vista, allí había una llave. La tomó junto con la correspondencia y la llevó al frente.
Para sorpresa de Zaida y de la Post Master aquella era la llave del buzón que se había dado por perdida hacia tres meses y medio y que igualmente por la cual se llevaba esperando por su remplazo ese mismo tiempo. Hallazgo que para lo Post Master solo mereció el simple comentario de; “si estas cosas suelen pasar constantemente, damos por perdido algo que siempre estuvo dentro.”
Mi querido y respetado lector, esta es la enseñanza para hoy, usted y yo muchas veces damos por perdido algo siempre ha estado allí done debimos buscarle primero. El dramaturgo y activista irlandés Bernard Shaw escribió y cito; “El progreso es imposible sin el cambio, y aquellos que no pueden cambiar sus mentes no pueden cambiar nada.” La búsqueda de la llave que abrirá esa anhelada puerta hacia el camino del éxito, esta y siempre ha estado allí adentro de ti, de tu mente, de tu alma y de tu espíritu como hablábamos la semana pasada en el post <