top of page

No te olvides de vivir

duelo-coomeva

“La vida no es principalmente una búsqueda del placer, como creía Freud, ni una búsqueda de poder, como lo enseñó Alfred Adler, sino una búsqueda de sentido. La mejor tarea para cualquier persona es encontrarle sentido a su propia vida.” (Viktor Frankl)

Para finales de los años setenta Julio Iglesias, inmortalizo la canción que lleva por título “Me olvide de vivir”.  Su éxito en gran parte se debió precisamente, a que desde su lanzamiento dio la impresión de ser una autobiografía del cantante. Su versión fue una adaptación al español de la obra original en francés y que lleva por título “J’Ai Oublié De Vivre” escrita por Pierre Billon y Jacques Revaux. La compositora de la versión al español fue Mimi Korman, y a juzgar por noticias recientes, a Julio Iglesias se le olvido un contrato con la compositora, que termino en una demanda en 2018 por derechos de autor. Al parecer Julio tiene problemas con varios olvidos en su vida.

Pero esa condición no es solo del cante, cada día somos más los que por diferentes razones se nos está olvidando vivir. Quizás por los compromisos profesionales y personales, tal vez por nuestro afán por alcanzar una mayor estabilidad económica, e incluso, tal vez porque nos ha cegado nuestro anhelo por alcanzar sueños y objetivos que un día tuvimos que dejar a un lado.

Si como yo, eres de los que en algún momento te has cantando una estrofa parecida a esta; “De tanto correr por la vida sin freno, me olvidé que la vida se vive un momento. De tanto querer ser en todo el primero, me olvidé de vivir los detalles pequeños.”  Entonces acompáñame durante el resto del escrito y tomemos la decisión de al menos, aceptar que se nos podría estar olvidando vivir.


Posiblemente cada uno de ustedes habrá notado, como hoy parece que al tiempo le han quitado tiempo. Parece que fue ayer, cuando estábamos junto a nuestros seres queridos recibiendo un nuevo año. Algunos de nosotros como siempre escribimos una que otra resolución de año nuevo. Pero hoy, han pasado casi dos meses, y ni siquiera hemos comenzado al menos a trabajar con el plan estratégico para alcanzar aquella resolución. Y el tiempo sigue pasando y la vida continúa a pasos agigantados.

Se nos está olvidando vivir, porque estamos estableciendo prioridades incorrectas. Estamos dejando atrás amigos, familiares y mucha gente que realmente nos quiere, porque el tiempo que tenemos solo lo estamos dedicando a nuestras prioridades. Estamos tomando el lugar que ocupaba una llamada y la hemos sustituido por una actividad que nos acerque más a mi desarrollo personal y profesional.

Yo soy un apasionado de este concepto, y creo firmemente en que es nuestra responsabilidad trabajar por esas metas y sueños por realizar. Pero hoy reconozco que en ocasiones he puesto lo que es importante para mí, por encima de lo que es importante para nosotros. Ciertamente amo lo que hago, mi desarrollo personal y profesional y el trabajar por el desarrollo de otros, es una de mis más grandes pasiones. Pero de igual forma tengo que confesar que en ocasiones he dejado de vivir.

He dejado de vivir, porque me he olvidado de la maravillosa sensación de una charla entre amigos, entre familiares e incluso hasta de una charla con mi pareja. Dejar de ver la magia del cariño de otros, es sin duda dejar de vivir. Dejar de disfrutar del abrazo sincero de un amigo, es sin duda dejar de vivir. Dejar de visitar a tus padres, además de ser una clara evidencia de que estamos dejando de vivir, es una falta mayor a nuestras responsabilidades.

“El propósito de la vida es vivirla, saborear la experiencia al máximo, para llegar con interés y sin miedo a nuevas y ricas experiencias.” (Eleanor Roosevelt)