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El mismo lienzo, nuevos pinceles

Lienzo y pinceles - Zona Franca

Tomado de Zona Franca


“No soy la única, pero soy alguien. No puedo hacer todo, pero aun así puedo hacer algo. Y justo porque no puedo hacer todo, no renunciare a hacer lo que sí puedo.”  (Heen Keller)

(Tomado “Aprendiendo de los Mejores 2” – Francisco Alcaide Hernandez)

Aun la lluvia que cae del cielo, si al caer no puede fluir y se estanca con el paso del tiempo pierde su composición y su valor. Cada uno de nosotros llegamos con un propósito, con una finalidad para aportar algo. Personalmente comparo la vida con dos cosas, un libro en ocasiones y un lienzo en otras. Me gusta comparar mi vida con estos dos elementos, porque para mí la vida es un grueso pero muy grueso libro, el cual al abrirlo encuentras que la mayoría de las paginas incluyendo el prólogo y el titulo están en blanco.

Ciertamente hay páginas que ya alguien escribió en ellas, y que aunque quiera borrarlas, editarlas o incluso arrancarlas no me será posible. No podre borrarlas ni editarlas nunca porque fueron escritas con tinta imborrable por el arquitecto de la vida. No podría arrancarlas porque sin ellas mi vida ya no sería mi vida. Así, que he comprendido que mis principales tareas de vida son dos; en primer lugar escribir mi futuro en cada una de esas páginas en blanco y segundo hacer que mis acciones de vida formen parte del futuro que al arquitecto ya ha diseñado para mí. Dura la tarea, ¿no les parece? Ciertamente es dura pero no es imposible, solo hay que creer que si podemos, y sin duda podremos.

“No tengas miedo de renunciar a lo bueno para ir a por lo grandioso.” (John D. Rockefeller)

Pero hoy me gustaría que me acompañes a ver la vida como un inmenso lienzo en blanco, dispuesto y disponible a que le conviertas en tu obra maestra. Tú tienes la capacidad absoluta de plasmar con tus manos y los colores de la vida una obra única y especial. El talento para lograrlo es totalmente innato, fuiste creado con él y solo espera por ti para que lo pongas en acción. Por lo tanto solo necesitamos pintura y pinceles de la mejor calidad para completar nuestro proyecto llamado vida.

Y de esos colores y esos pinceles es que hoy te quiero hablar. Comencemos con la pintura a utilizar, existen varios tipos de pintura pero para esta ocasión solo utilizaremos el óleo y el acrílico. Primero que nada no soy un experto crítico de arte, solo como buen apasionado del aprendizaje me gusta aprender de casi todo. En términos generales los conocedores de arte saben que ambas pinturas en términos de calidad no hay una gran diferencia porque ambas pueden contener los mismos pigmentos en su proceso de fabricación.

Y así también son los colores de la vida, algunos de nosotros somos de óleo y otros de acrílico. Pero en la vida quienes damos la pigmentación final al color somos tú y yo. Queda en nuestras manos hacer que nuestro azul sea o suave o intenso, que nuestro verde sea fresco o pálido, que nuestro rojo sea ardiente o tenue, y en la mayoría de las ocasiones somos los responsables de que una vida llena de color termine siendo un simple lienzo lleno de un blanco simple, de un débil gris o de un profundo negro.

El color y el brillo de nuestra vida depende de nosotros, usted y yo somos los llamados a vivir unas vidas llenas de experiencias y acciones que transforme nuestro color. Podemos cambiar un simple blanco por un cálido amarillo por medio de la empatía. Podemos hacer que alguien que está atravesando por una dura experiencia, sienta un cálido abrazo a través brindarles un tiempo calidad juntos. Donde podamos aliviar su carga y al mismo tiempo alegrar su vida con nuevos colores. También podemos  cambiar la debilidad de un gris por la fortaleza de un verde intenso reflejo de un mejor futuro lleno de nuevas esperanzas y nuevos retos. Un verde intenso símbolo de renacimiento, de volver a nacer y crecer, símbolo de fuerza y de poder.

Y por último pero jamás menos importante, podemos cambiar de un negro lúgubre a un azul intenso, refrescante como el agua e indispensable para la vida. Usted y yo estamos llamado a ser luz en medio de la oscuridad, estamos llamados a levantar al caído, a alimentar al hambriento, a vestir al desnudo, y servir, servir y servir.

El servir es la misión de mi proyecto de vida, proveer las herramientas necesarias para que todos podemos alcanzar un mayor grado de desarrollo personal y profesional es mi meta principal. Motivarles a retomar sus pinceles y continuar con su obra llamada vida, es mi más grande pasión. Hace mucho tiempo aprendí que la clave para alcanzar el verdadero éxito no está en buscar el reconocimiento de otros. Para ser exitosos en la vida solo hay que aprender amar. Porque cuando amamos nuestras necesidades pasan a un segundo plano y las necesidades de quienes amamos se convierten en nuestra meta por alcanzar.

Cada obra de arte requiere de diferentes pinceles y cada artista suele tener también los pinceles de su predilección, basados en la obra que el artista quiera plasmar. Hoy te voy presentar los pinceles que he venido utilizando por algún tiempo para completar mi anhelada pieza de arte.

“Nuestra mayor gloria no está en fracasar nunca, sino en levantarnos cada vez que caemos.” (Confucio)

Como sabes mi obra se llama TRANSFORMACION,  y para completarla comencé utilizando el pincel para desarrollar ideas claras. Con este pincel he ido plasmando en mi lienzo mi plan de vida. Mi idea es clara, yo aspiro a que quienes la observen puedan ver, mi deseo genuino por la motivación a transformarnos. Pero para transformarnos nuestros colores tienen que surgir desde nuestro interior. Tenemos que entender que el momento que seleccionemos para comenzar nuestro proceso de transformación será el momento perfecto para hacer. Porque mientras haya vida siempre habrá esperanza para un nuevo comienzo.

Otro de mis pinceles favoritos es el que permite plasmar enfoque. Por medio de este pincel pretendo lograr que cuando los espectadores observen mi obra, perciban intensidad en el color, sin dar paso a que se diluyan las energías. Enfocarnos nos permite concentración y nos evita la distracción que podría provocar  un atraso en nuestro proyecto de vida. Cuando nos enfocamos ponemos alma, vida y corazón en alcanzar la meta. El enfoque cierra nuestro campo de visión y evita que las distracciones de las opiniones de los demás puedan cambiar el rumbo de nuestro destino.

Uno de mis pinceles es el del compromiso, y desde mi punto de vista sin compromiso en la vida solo habrá simples ideas que nunca llegaran a ser nada más que eso. Cuando nos comprometemos nos guardamos para ese propósito, desde la perspectiva del noviazgo, cuando pasamos del noviazgo al compromiso nuestro visión se hace mucho más profunda. Ya no pensamos en lo que estamos haciendo en ese momento, ya tenemos que comenzar a trabajar con lo que vamos a hacer en el futuro. Cuando nos comprometemos estamos seguros de que haremos todo lo que esté a nuestro alcance y mucho más por alcanzar la meta.  Compromiso implica no solo hacer, implica hacerlo por el tiempo que sea necesario hacerlo. El compromiso da sentido a nuestra vida, nos permite tener una dirección más clara y al mismo tiempo despierta en nosotros esa maravillosa sensación de lo que nos depara el destino.

El pincel de la persistencia es mi pincel favorito, para mi persistir es la clave del éxito. Si persistimos, un día nos sentiremos más que agradecidos de no habernos rendido. Mi abuela siempre me decía; “lo que fácil llega a tu vida, mas fácilmente se podrá ir. Pero aquello que se alcanza con esfuerzo y con pasión, permanecerá para siempre.” Cuando miro el pincel de la perseverancia, puedo ver claramente grabado en su mango la palabra pasión. Sin pasión no puedes perseverar, la pasión es ese motor que te mueve y que no te deja detener. La pasión nos hace llegar a donde un día pensamos que jamás llegaríamos.  Persistir es reconocer que sin importar como puedan verse las circunstancias actuales, vamos a seguir a adelante. Porque tengo la total y absoluta certeza de que si persisto lo alcanzare.

“La diferencia entre una persona exitosa y otros no es la falta de fuerza o falta de conocimiento, sino la falta de voluntad.” (Vince Lombardi)

Y por último para esos detalles finales, que en ocasiones son los que le dan ese toque mágico a la obra, yo utilizo una combinación de tres pequeños pinceles; el pincel de la paciencia, el del amor y el pincel del agradecimiento. En la vida cada cosa tiene su perfecto tiempo, no antes y no después. Todo llega o se completa en el momento perfecto para él. La paciencia es una de las más hermosas virtudes, porque por medio de ella podemos reconocer que hay cosas que no están bajo nuestro control sino bajo el control del universo. A mí me parece genial saber que aunque el éxito en mi vida depende de mi disposición, también depende de ese momento perfecto en el cual se unen la preparación con la experiencia y la oportunidad de vida y se funden en uno solo.

Sin el pincel del amor no puede haber obra, el amor es y siempre será la piedra angular de la vida. Del amor surge la verdadera vida, porque el amor es la chispa que hace que lo que antes no tenía vida hoy pueda vivir. Una obra de arte sin amor pierde brillo, pierde luz, y al final deja de ser una obra de arte en sí. La vida se trata de amor, porque por un inmenso amor, usted y yo hoy seguimos de pie.

Y por último pero jamás menos importante, esa obra necesita ese toquecito de agradecimiento. Porque quien no agradece lo que hoy tiene, no merece lo que el mañana le tiene deparado. Ser agradecido implica reconocer que el camino no lo recorrimos solos. Ser agradecidos implica reconocer nuestra imperfecta humidad. Agradecer es reconocer que yo no lo puedo hacer todo, y que siempre dependeré de otros para alcanzar mis sueños. Agradecimiento es reconocer que aun cuando no tenían por qué hacerlo hubo gente que se cruzó en nuestro camino, y al vernos cansados y agotados, nos extendieron la mano, nos levantaron del suelo, y nos acompañaron hasta llegar a nuestro destino.

Hoy estas enfrente al lienzo de tu vida, la decisión de que colores usar es tuya, y la decisión de qué tipo de pintura vas a usar es tuya también. Los pinceles están listos para que puedas completar tu obra. Y yo estaré aquí, siempre dispuesto y disponible para apoyarte, motivarte, dirigirte y acompañarte hasta el final del camino.

“Tú eres el artista de tu vida, no le des tus pinceles a otro”

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