Uno de mis autores favoritos Francisco Alcaide Hernández, escribe en la introducción de su nuevo libro “Aprendiendo de los mejores 2”
”Las creencias modelan nuestra actitud, nuestra visión del mundo, nuestras relaciones e incluso nuestra salud.” Y continua añadiendo y dice; “Pero lo más importante es que tus creencias son solo algo que aprendiste, pero no eres tú, y de igual manera que lo aprendiste, las puedes desaprender y reemplazar por otras más estimulantes y retadoras” (Alcaide, 2018)
En otras palabras mi querido amigo, usted y yo somos todo lo que anhelemos llegar a ser, todo en lo que nos enfoquemos ser, todo en lo que trabajemos de forma constante para alcanzarlo y en todo lo que le pongamos nuestra pasión y esfuerzo.
Porque en esta vida todo se trata de, “Hasta donde quieras llegar”
Quienes me conocen saben que soy amante de los refranes. Gran parte de mi infancia la pase muy cerca de mi amada abuela “Angelita”. Así que de ella aprendí muchos refranes que hoy me acompañan y forma parte de casi todos mis escritos. Y es que desde que era un niño reconocí el valor de aprender de los mejores, por eso mi afinidad con estos dos libros maravillosos.
Uno de mis refranes más comunes es el que dice; “nadie aprende por cabeza ajena”. Y ciertamente no aprendemos a través de la mentalidad de otros, pero si podemos aprender de la forma, las técnicas, o de los procesos utilizados por otros para alcanzar sus logros. Por eso existen tantos libros maravillosos, porque los autores decidieron que no era justo quedarse con todo ese conocimiento y decidieron compartirlo con el lector. En muchas ocasiones esos libros representan toda la vida de hombres y mujeres que decidieron un día alcanzar la meta.
Utilizar las vivencias de otros, acompañadas de nuestras propias vivencias es una de las razones principales para crear este Blog. La intensión de este post, es una simple y sencilla invitación a continuar visitando mi blog, y dejarles saber algunos detalles de quien soy. Quisiera compartirles como despertó un día mi gigante dormido y el porqué de esta pasión casi obsesionada por el desarrollo personal y el liderazgo. Y por último pero no menos importante, pretendo que por medio de mi historia algunos de ustedes se animen y decidan que hoy es un buen momento para hacer despertar a su gigante.
Desde mis grados primarios, siempre sentí un gran interés por el aprendizaje y la excelencia en lo que hacemos. Mis memorias de mis años en la preparatoria son maravillosos. Pienso en ello y vienen a mi mente mis amados compañeros de escuela, los cuales muchos de ellos nos acompañamos hasta la universidad. Por razones del destino, comencé a formar parte de la fuerza laborar a temprana edad. Mi pasión por hacer las cosas bien, se convirtió en la clave para mi desarrollo profesional.
Y aquí tengo que hacer un paréntesis, esa cualidad sin duda alguna fué un regalo de mi amada madre Gracia Rosado. Quien no solo me regalo genéticamente ese don, sino que también trabajo muy duro para que lo hiciera parte de mí. Como reseña (Alcaide 2013) sobre Amancio Ortega el fundador de “Zara e Index”, y cito; “La madre es la clave de familia. Cuando te falta, por mayor que seas, algo se derrumba.” Y añade, “Una madre no debería morirse nunca”. Concuerdo totalmente con Amancio, y hoy doy gracias a Dios porque aún tengo conmigo a mi madre y espero tenerle por mucho tiempo más.
Durante mis casi 34 años de carrera profesional he vivido grandes experiencias y he logrado escalar diferentes posiciones. Por cosas del destino, regreso a la vida de estudiante para cursar un programa en Teología y Divinidad. Allí en medio del descubrimiento de mi ser espiritual es donde despierta mi gigante dormido. Esa proceso dió paso a replantearme regresar a refrescarme académicamente y me di paso a un nuevo Bachillerato en el área de Administración de Empresas. Y es allí donde nace un amor apasionado por los conceptos de Inteligencia Emocional y Desarrollo Personal.
Tal fue mi pasión que logré completar mi bachillerato en un periodo de solo dos años. Pero ese logro solo dio paso a moverme directo hacia una maestría en Gerencia de Liderazgo Estratégico. Como parte de estos dos procesos, volví a refugiarme en los brazos de mis libros. Y aquí tengo que hacer otro reconocimiento, esta vez a mi fiel compañero de vida Angel Lorenzo, quien se ha embarcado en cada uno de mis nuevos viajes en la vida y quien ha sido esa voz que en ocasiones casi me ha gritado, “ni siguieras pienses en rendirte”.
Como resultado de todo esto nace mi pasión por impulsar a otros a despertar sus gigantes dormidos.
“Muévete de tu zona de confort. Solo puedes crecer si estás dispuesto a sentir incomodidad cuando pruebes algo nuevo.” – Bryan Tracy
La tercera Ley de la Espiritualidad establece que, “en cualquier momento que comiences es el momento correcto.”
Como diría mi amada abuela, “más claro no canta el gallo”. Nuestro desarrollo personal no depende de nadie, no tiene que ver con el azar, es una decisión personal y nadie puede tomarla por nosotros. Solo necesitamos despertar a la idea de que podemos llegar, “hasta donde queramos llegar.” Y una vez despierte nuestro gigante dormido, solo necesitamos, apoderarnos de los cinco pilares de la Inteligencia Emocional, (auto consciencia, auto regulación (control), motivación, la empatía y las habilidades sociales). Y desde mi punto de vista, todas estas acompañadas de esenciales elementos tales como; una meta definida (claridad), consistencia (tenacidad), enfoque (esfuerzo), disciplina, paciencia y pasión.
De estos temas estaremos hablando en mis próximos posts, por el momento solo quiero dejarte con una pregunta en mente, ¿te sientes bien donde estás y en lo que haces? Si no puedes responder de forma inmediata entonces muy probablemente tu gigante también está dormido.